Algo así queda despues de una cocción lenta en horno de barro, untado con un poco de manteca de cerdo y sal, encima de una fuente de barro, con un dedo de agua en el fondo y sustentado con unas ramitas de romero o laurel sin hojas. La verdad que está de lujo, acompañado de un buen vino, y un puñado de tus mejores amigos. Imprescindible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario